Translate

jueves, 31 de diciembre de 2020

GRACIAS POR LOS AÑOS DE TRABAJO Y POR UN NUEVO COMIENZO

Estimados Amigos,

Al terminar mi trabajo en el centro y mirar atrás, puedo ver no sólo años de abundantes experiencias y aprendizajes, sino también de grandes satisfacciones. Una de las mayores alegrías es reconocer cuán importante ha sido el impulso que ustedes han dado a las vidas de cientos de niños a través de lo que comenzó como el Centro de Conocimiento Compartido, luego fue la Biblioteca Amazónica CONAPAC, y finalmente el Centro de Sostenibilidad y Educación. Gracias a la generosa ayuda de cada uno de ustedes, nuestra pequeña biblioteca pudo ofrecer sus libros y sus programas educativos a la juventud de la selva amazónica durante 23 años. Ello me llena de un profundo agradecimiento hacia todos ustedes, pues sin esa contribución el centro nunca hubiera podido adquirir su forma plena y convertirse en fuente de riqueza educativa para pueblos encargados de proteger la riqueza natural de la selva amazónica.

Muchas gracias a Nancy Dunn, por haber creído que una biblioteca sería una contribución importante para las comunidades amazónicas, por haber plantado la semilla original y nutrirla durante 14 años con su entusiasta trabajo personal. A Isabel Leader & Linda Lownds, con cuya ayuda la planta creció. A Dave & Dottie Bonnett, por su constante aliento, consejos e importantes subvenciones. A Patricia Sullivan y al directorio del International Fund for Economic Development, IFED, por su compromiso personal con las personas de la Amazonía y su disposición generosa para ayudarlas a través de iniciativas como el taller de costura, el sistema de energía solar o el proyecto de difusión del ajedrez en las escuelas locales. A Nancy Kopff, Pachita, por su cariñosa simpatía y su constante apoyo. A Karen Johnson, por su amistad e interés en el desarrollo del centro. A Mary Knauer, por apoyarnos fielmente durante muchos años. A Nancy Cowal y Claire Lannoye-Hall, por permitir que la ayuda llegara hasta la selva. A Herb Thompson, por sus constantes muestras de amistad y su ayuda. A Tommy Payne y todo el maravilloso equipo de jóvenes californianos de Reach 4 Books, gracias a cuyo trabajo de recolección de libros, cientos de jóvenes de la Amazonía tienen acceso a magníficos textos de lectura.  A Luis Málaga y al Rotary Club de San Borja, en Lima, gracias a los cuales cinco jóvenes de la Amazonía volaron hasta los EE. UU., Canadá, Francia y Brasil, para adquirir nuevas lenguas, culturas y oportunidades, como estudiantes de intercambio. A Carlos Acosta y Heliconia Lodge, que ofrecieron muchas veces su ayuda a nuestros estudiantes y permitieron que nuevos amigos llegaran hasta nosotros. A Uwe Shawn, Nathan Jones, Carter Woolf y todos los líderes y voluntarios de Youthlinc, de Utah, cuyos talleres y visitas anuales se convirtieron en una parte muy esperada de nuestro programa durante los últimos años. A Christha Dillabaugh y los maestros norteamericanos de Amazon Workshops, que cada año nos visitaban para compartir con nosotros su arte pedagógico. A Sandra Achenbach, Kelly Riddle, Molly Lynch y Martine Geeraert & Ethan Braeckvelt, por su destacado trabajo como voluntarios, gracias a quienes aprendimos experimentando con las ciencias. A Jane Claud, nuestra Tía Juanita, por su colecta anual de libros y recursos para el centro, y por regalarnos en cada visita sus divertidos talleres de manualidades durante los últimos seis años. A Beth Moeller y sus estudiantes de la Thurston Middle School, de Michigan; por la mayor contribución de instrumentos musicales para el programa de música. A las estudiantes de la Academy of the Sacred Heart, de Michigan, por sus visitas, sus donaciones y su amistad. A Marie Trone, amiga querida, siempre dispuesta ayudarnos de muchas maneras. A Mark Wangberg, por su amistad y colaboración desarrollando inolvidables talleres de arte para nuestros estudiantes, magníficamente organizados. A Al Stenstrup, de Our First Garden, y a Xavier Bronlet, de la Fundación Parway, por su gran interés en la protección de la selva, por creer en el talento de los jóvenes peruanos y por ayudarlos a convertirse en profesionales otorgándoles becas. A la Dra. Linnea Smith, por su constante apoyo, consejos y amistad. A Megan Thomas, por permitir que trabajara con ella y ser inspirado al verla poner todo su interés y dedicación al servicio de los niños de la Amazonía, en los años que tuvo a su cargo el centro, y aún después. A Cynthia Smith, Brian Landever y todo el equipo de CONAPAC, quienes confiaron en que el centro podría significar un aporte educativo de calidad para las comunidades rurales amazónicas; sin cuya buena disposición no hubiéramos podido continuar. A Pamela Bucur y a Explorama, especialmente al staff del Explorama Lodge, incluyendo a Rex, por su gran compañía, por habernos dado un hogar en la selva y por cada uno de los innumerable pequeños y grandes favores que facilitaron nuestro trabajo en todos estos años. A Nancy Rossi, por todo su intenso trabajo e interés en la administración del último período del centro; pero sobre todo por su abierta amistad e interés en las personas; y a Ron Rossi, de EKOAMAZON, por su confianza en el staff del centro, alentándonos siempre a trabajar de la manera que consideráramos más apropiada, y por liderar su administración llevándolo a su punto más alto.

Enormes gracias a todos ustedes. Gracias por haber sido la sólida red, no siempre visible, que permitió que la biblioteca de la selva funcione. Gracias por todas las buenas experiencias y los aprendizajes que trajeron a nuestras vidas, y por todas las sonrisas que ustedes produjeron en nuestros niños, pero que no pudieron ver personalmente. Como la persona que fue testigo de aquellas sonrisas, de ese crecimiento, esas satisfacciones y todas esas experiencias positivas, me siento afortunado por haber tenido el privilegio de participar en este proyecto, y de trabajar con el constante aliento, confianza y apoyo de todos ustedes.

Aunque el fin de este año signifique también el fin del centro tal como lo conocíamos, tenemos mucha confianza en que las nuevas formas que asumirá en el futuro, orientándose a un público distinto y más amplio, y a cargo de nuevas personas entusiastas, continuarán el trabajo que con el que todos nosotros estuvimos comprometidos. Me agrada pensar en este cambio no como en el final de una oruga, sino como el primer vuelo de una mariposa que despliega sus nuevas alas y se lanza a explorar. Si fuera necesario, podrán encontrar más información sobre este proceso en https://ekoamazon.org/centers

Con agradecimiento y aprecio,

Fernando Saavedra.



Dibujo del Centro de Sostenibilidad y Educación de Palmeras, por Carito Chávez.